Sin complejos, Jamaica jugará la Copa América sin menospreciar la esencia de sus jugadores, marcados por la rapidez y la fortaleza física, pero con una fuerte apuesta al orden que le imprime un equipo técnico europeo que pretende que los 'Reggae Boyz' sean los invitados molestos del torneo.

Con un equipo técnico liderado por el alemán Winfried Schäfer, que ganó con Camerún la Copa Africana de Naciones en 2002, los jamaiquinos llegan como campeones del Caribe y con un equipo formado por una mixtura de jugadores jóvenes con otros muy experimentados como su capitán Rodolph Austi, mediocampista del inglés Leeds United.

Jamaica "es un equipo peculiar en cuanto a las condiciones físicas de sus jugadores que son muy fuertes, bastante rápidos y que técnicamente están bastante bien y a eso este seleccionador le sumó el orden, darle un rigor al equipo", comentó a la AFP Carlos Aitor García, entrenador español integrante del equipo técnico liderado por Schäfer. El español, que se coronó campeón en la liga jamaiquina con su equipo Montego Bay, resaltó la expansión que han tenido los jugadores del país del reggae por el mundo y cómo esa entrada al fútbol europeo de varias de sus figuras nutrió a la selección.

"Casi un 85% de la plantilla está jugando en Reino Unido, MLS (EEUU), y tenemos un par que juegan en Noruega y ellos vienen un poco con esa mentalidad europea o más profesional por decirlo de alguna forma que también ayuda a hacer el trabajo", agregó Aitor García.

A la experiencia de Austin este equipo jamaiquino sumó en los últimos años la calidad de jugadores como el defensor Michael Hector y el mediocampista Garath McCleary, ambos del Reading FC, y el defensor Wesley Morgan del Leicester City. Esos futbolistas forman la columna vertebral del equipo que debutará el sábado ante Uruguay en el estadio Regional Calvo Y Bascuñán en Antofagasta.

Un honor jugar la Copa América

Si bien en el imaginario colectivo mundial las referencias de Jamaica son el reggae, el atletismo y la marihuana, la isla es también un territorio conquistado por la magia del fútbol que se refleja en sus calles donde niños, jóvenes y hasta veteranos aprovechan cada rincón de sus paradisíacos paisajes para despuntar el vicio de pegarle a la pelota. Esa sociedad futbolera seguirá con la misma ansiedad y pasión que se vive el fútbol en Sudamérica cada paso de su equipo en Chile, por eso hay "que asumir la responsabilidad que tenemos con un país detrás mirándonos", señaló García. 

Más allá del entusiasmo de los de la tierra de Usain Bolt, la realidad llama a la puerta del equipo que llega a esta Copa como invitado y que tendrá que lidiar en el grupo más fuerte del torneo con el subcampeón del mundo Argentina; Uruguay - campeón reinante y máximo ganador de la Copa- y con un Paraguay que llega con las expectativas de renacer y alcanzar o superar el segundo puesto obtenido en Argentina-2011.

"Es un honor jugar el torneo, pero no venimos de paseo y estamos aquí para competir con todos los equipos. Está claro que va a ser muy difícil pero venimos sin complejos, con la valentía de los inconscientes y con mucha ilusión de poder pasar el grupo", lanzó el técnico español, que estará junto a Schäfer el sábado cuando el equipo salga a enfrentar a los charrúas.

afp/livefutbol