El resurgimiento de Javier Pastore con el PSG

El recurrente debate en torno a Javier Pastore y su falta de implicación se ha disipado esta temporada, cuando el argentino ha asumido con constancia su papel como organizador del juego del París Saint-Germain pese a que no tiene una posición fija en el campo.
Pastore llegará como uno de los hombres más en forma del equipo parisino cuando se mida al Ajax de Ámsterdam el martes en la Liga de Campeones, con el objetivo de mantener la primera plaza del grupo F. Sin embargo, tras un irregular inicio temporada de su equipo, pocos habrían apostado por él. Pero las cifras hablan por sí mismas, 'el Flaco' es el jugador de campo más utilizado en el inicio de la temporada, ha sido 17 veces titular en los 19 partidos oficiales del París SG, en los que ha jugado algún minuto siempre.
El medio ofensivo de 25 años sin embargo sigue produciendo datos paradójicos ya que, pese a sus minutos, sus guarísmos en cuanto a sus influencia en los resultados son escasos (1 gol y 2 asistencias). Pero su primer tanto de la temporada, que no llegó hasta el viernes en la victoria contra el Metz (3-2), refleja este nuevo Pastore, que aúna una agresividad renovada y una finura técnica intacta. El argentino, antes receloso a la hora de meter el pie, acudió a la presión, cortó el balón y concluyó con un disparo por arriba para abrir el marcador.
Además, Pastore se está convirtiendo en un artista del penúltimo pase, el que no aparece en las estadísticas pero sigue siendo indispensable. Un poco como Andrés Iniesta en el Barcelona, no aparece en los números del partido pero tiene una influencia enorme. Fue precisamente en la victoria (3-2) contra el Barça en el duelo de Champions de finales de septiembre cuando el argentino vivió su mejor momento, incluso si su actuación no pareciera decisiva según las estadísticas.
Pero, con el 27 del PSG siempre se tiene cierta prudencia tras las temporadas llenas de altibajos que ha vivido desde su llegada en 2011, como primer diamante de los nuevos propietarios cataríes del club. Pese al recelo, Pastore parece que ha vivido una especie de liberación y tiene una confianza que le permite intentar movimientos atrevidos, regates y otras frivolidades, pero siempre manteniéndose concentrado a los largo de todo el partido, en lugar de desaparecer como en las pasadas campañas.
La vuelta a la Albiceleste
Todo ello no ha pasado desapercibido para el seleccionador argentino Gerardo Martino, que le ha convocado por primera vez a un jugador descartado desde 2011 y que no estuvo en el pasado Mundial de Brasil. Este florecimiento llega sin restar polivalencia al jugador, que puede hacer de medio de largo recorrido, centrocampista central o falso extremo. Una paradoja más, esta característica de "recurso provisional" había sido un lastre en el pasado.
Pero ahora, juega siempre, ya sea en el centro del campo en lugar de Blaise Matuidi o el italiano Marco Verratti, o en una banda supliendo a su compatriota Ezquiel Lavezzi o al uruguayo Edinson Cavani, en el 4-3-3 que usa su entrenador Laurent Blanc. Pero esta recuperación, visible desde agosto, ha sido posible, en parte, gracias a la baja por lesión de dos meses del sueco Zlatan Ibrahimovic. Pastore reconció en pretemporada la dificultad que tenía de jugar en su posición predilecta, mediapunta, dada la tendencia de 'Ibra' a descolgarse.
En ausencia del sueco, Pastore ha podido jugar en el eje, pero también le ha servido para ganar confianza, que le permitió firmar con elegancia un primer tanto que el mismo se cocinó.
afp