El Guaraní de Paraguay dio un paso importante la noche del miércoles al derrotar 2-0 al popular Corinthians de Brasil en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América disputado en el estadio Defensores del Chaco de Asunción ante unos 8.000 espectadores.

Los goles para la escuadra local dirigida por el español Fernando Jubero fueron obra de su delantero Federico Santander y de su volante Alberto Contreras, a los 59 y 81 minutos de juego respectivamente. Los guaraníes fueron ampliamente superiores a lo largo del encuentro y merecieron al menos tres conquistas más por la claridad de las jugadas desperdiciadas finalmente por sus atacantes, tanto Santander como su compañero en la delantera, Julián Benítez.

La única posibilidad de gol en el primer tiempo fue de Guaraní tras una gran habilitación de Luis de la Cruz a Julián Benítez. El delantero dejó atrás a Cássio y remató al arco. Sin embargo, el defensa Felipe despejó desde la línea de gol. Guaraní fue mucho más agresivo también desde el inicio de la segunda etapa y comenzó a tener posibilidades para anotar el gol que necesitaba.

Antes de los cinco minutos del reinicio del juego ya tuvo claras oportunidades de anotar. La primera fue por intermedio de Julián Benítez y otra, la más clara, en la cabeza de Federico Santander, que le ganó a toda la defensa, incluso al arquero Cássio, pero su golpe de cabeza se fue por centímetros por encima del travesaño. El delantero vulneró por fin la valla de Cássio a través de un tiro libre que parecía inofensivo desde poco más de fuera del área, a los 59 minutos. Inteligentemente, Santander disparó bajo, al ras del suelo, y varios integrantes de la barrera saltaron en busca de algún despeje aéreo. La pelota fue parcialmente contenida por Cássio pero el despeje no hizo sino introducir el balón hacia el palo derecho de su arco.

Guaraní defiende la ventaja

La segunda conquista fue nuevamente trabajo previo de Santander, a los 81 minutos. El atacante vio adelantado a Contreras desde el círculo central, lanzó una parábola que fue controlada por el mediocampista a la altura del área grande cuando ingresaba por la derecha y remató cruzado, con clase, con tres dedos, para depositar la pelota en el sector derecho del arco defendido por Cássio.

Cuando la diferencia era mínima, el zaguero Fabio Santos se perdió la posibilidad de emparejar el resultado al estrellar en el palo una pelota cruzada, a los 71 minutos. Guaraní se salvó por milagro, entonces, de la paridad. El portero Alfredo Aguilar ya se había declarado vencido. A partir del segundo gol, Guaraní controló las acciones. Los contragolpes del cuadro de Tite no representaron mayormente peligro para la defensa local.

El partido revancha se disputará el próximo miércoles 13 de mayo en el estadio Arena Corinthians, en Sao Paulo.

afp/livefutbol