01.12.2015 16:32 h

Huracán, de zona baja al cielo internacional

Toranzo señala el camino - el Huracán quiere llegar al cielo internacional. (Foto: Imago)
Toranzo señala el camino - el Huracán quiere llegar al cielo internacional. (Foto: Imago)

El argentino Huracán dejó atrás la preocupación por el peligro de un descenso mientras vive un momento de ensueño al disputar su primera final internacional en 107 años de historia, la de la Copa Sudamericana.

El 'Globo', el apodo del club de Parque Patricios, un barrio de clase media baja del sur de Buenos Aires, se apresta a enfrentar al colombiano Independiente Santa Fe, con la misión de conquistar su primer título fuera de las fronteras, a 41 años de su bautismo internacional.

Debutante absoluto en la Copa Sudamericana, Huracán se clasificó a este certamen como ganador de la Supercopa Argentina, en la que superó en febrero pasado a River Plate (1-0), curiosamente el mismo rival al que volvió a doblegar recientemente en las semifinales. Sin embargo, no todas fueron mieles este año para Huracán, ya que hace pocas semanas estuvo cerca del descenso y sólo respiró en la última fecha con un empate frente a Belgrano (1-1), luego de una campaña apenas discreta en el torneo de primera división de Argentina que reunió a 30 equipos.

Ascendido a la máxima categoría en diciembre de 2014 junto con otros nueve equipos como parte de una reestructuración, Huracán dio el primer paso hacia este presente al conquistar la Copa Argentina-2014, que le permitió volver a la Copa Libertadores después de 41 años de ausencia, aunque se quedó con las ganas de superar la etapa de grupos.

Deseo del papa motivante

Hasta hace pocos días, el 'Globo' tenía como mejor antecedente internacional las semifinales de su estreno en la Libertadores-1974, cuando compartió esa etapa decisiva con el argentino Independiente y con el uruguayo Peñarol. Ese fue el deseo del papa Francisco, simpatizante confeso de San Lorenzo, el archirrival de Huracán en una de las tantas disputas de clubes de barrios vecinos en Argentina.

Era el 20 de noviembre cuando el Sumo Pontífice volvió a hacer gala de su buen humor ante un grupo de argentinos que le pidieron un mensaje para Huracán, que aún debía jugar el partido de vuelta de la semifinal ante River. "Díganles que rezo para que se pinche el globo, que sigo siendo malo", dijo entre risas Francisco.

En la Copa Sudamericana, Huracán realizó una gran campaña y se mantiene invicto en ocho encuentros, luego de haber superado sucesivamente a su compatriota Tigre (5-2 y 1-0), al brasileño Sport Recife (1-1 y 3-0), al uruguayo Defensor Sporting (1-0 y 0-0) y al campeón defensor River (1-0 y 2-2).

Así, Huracán tratará de convertirse en el séptimo equipo argentino en alzar esta Copa, tras los pasos de su archienemigo San Lorenzo (2002), Boca Juniors (2004 y 2005), Arsenal (2010), Independiente (2010), Lanús (2013) y River (2014).

Problemas económicos e institucionales

En el poco tiempo que lleva como entrenador, Eduardo Domínguez consiguió darle mayor solidez defensiva y orden en el mediocampo a este equipo escaso en figuras de renombre pero que mostró rendimientos consistentes en los duelos de la Sudamericana. Si bien fue considerado durante mucho tiempo como el sexto equipo 'grande' de Argentina (con Boca, River, Racing, Independiente y San Lorenzo), Huracán sólo conquistó un torneo en la era profesional, el Metropolitano-1973.

En aquel momento histórico, tuvo un equipo de lujo, en el que brillaban Alfio Basile, René Houseman y Miguel Brindisi y era dirigido por César Menotti, quien llevaría luego a la selección albiceleste a conquistar su primera copa del Mundo en Argentina-1978.

En las últimas tres décadas, acuciado por problemas económicos e institucionales, Huracán atravesó campañas discretas, que incluyeron cuatro descensos a segunda división y los consecuentes ascensos, hasta el último regreso a primera a fines de 2014.

afp/livefutbol