09.12.2020 00:47 h

Muere Alejandro Sabella, DT subcampeón en Brasil 2014

Alejandro Sabella
Alejandro Sabella

Alejandro Sabella, DT de la selección de Argentina subcampeona mundial en Brasil-2014, falleció el martes a los 66 años víctima de un cáncer, complicado con un virus intrahospitalario mientras estaba internado en un sanatorio de Buenos Aires, informó la Asociación del Fúbol Argentino (AFA).

"La AFA lamenta profundamente su fallecimiento y envía su más cálido abrazo a familiares y seres queridos", informó la entidad rectora en su página web.

Un tuit del club Estudiantes de La Plata, en el que Sabella fue exitoso jugador y entrenador, señaló: "Hasta siempre, Profesor! Usted es la estrella que elegimos y que llevaremos con orgullo en nuestro pecho. Gracias por tantas enseñanzas y por su legado Descanse en paz, la Familia 'Pincha' (Estudiantes) lo recordará eternamente".

Sabella fue un ídolo de Estudiantes de La Plata con el que salió campeón como jugador y entrenador, incluido un título de Copa Libertadores en 2009 como DT.

Como futbolista se desempeñó además en River Plate, el Sheffield United y el Leeds United de Inglaterra, en Ferrocarril Oeste de Argentina e Irapuato de México.

Cuando fue internado a finales de noviembre, medios de prensa señalaron que estaba también afectado por la muerte del legendario Diego Maradona el 25 de noviembre pasado. "Siempre podemos aprender y enseñar, todo lo tenemos que hacer con el otro, solos no podemos hacer nada", había dicho en una conferencia al ser distinguido por la Universidad pública de La Plata, a 60 km al sur de Buenos Aires.

Sabella fue un personaje muy apreciado y querido del fútbol. Afirmaba que a este popular deporte lo trajo desde la cuna. "A la pasión no la perdemos nunca, pero mi prioridad es terminar de consolidar mi mejoría", dijo en momentos que luchaba contra el cáncer.

Sabella llevó a la selección argentina liderada por Lionel Messi a la final del Mundial de Brasil-2014 que perdió en el alargue ante Alemania por 1-0. "Fue un placer compartir tanto con vos. Alejandro era una gran persona, además de ser un profesional impresionante que me marcó en mi carrera y aprendí mucho de él", afirmó Messi en un mensaje de Instagram este martes.

"Vivimos juntos algunos de mis mejores recuerdos futbolísticos durante la etapa de la clasificación al Mundial y también en el Mundial. Mis condolencias a toda su familia y amigos", concluyó Messi, con una foto suya abrazado a Sabella.

Un periodista le puso el apodo de 'Pachorra' (tranquilo, cansino) porque decía que Sabella dormía mucho la siesta. "Pero no era porque no corría en la cancha, ojo!", aclaró.

Al analizar a la Albiceleste señaló una vez: "Fuimos potencia, tenemos dos títulos del mundo (Argentina-1978 y México-1986) y tres finales (Uruguay-1930, Italia-1990 y Brasil-2014) pero los mejores, ni de cerca". "Tenemos que darnos un baño de humildad al margen de sentirnos buenos y que eso sea positivo", subrayó.

Como futbolista, tenía un estilo muy técnico y poseía un gran don de conducción. En 2009, después de ganar la Libertadores, Estudiantes jugó la final del Mundial de Clubes ante el Barcelona de Messi, Ibrahimovic, Henry y Xavi, y Pep Guardiola como técnico, un enfrentamiento que los argentinos jugaron de igual a igual hasta que un bonito gol del ahora capitán argentino en la prórroga selló el resultado 2-1.

En el banquillo, fue también asistente técnico de Daniel Passarella en la Albiceleste, en la selección uruguaya, en el Parma de Italia, en el Corinthians y en el Monterrey de México. Era un amante de las cábalas, obsesivo planificador del juego, hombre cerebral, sin alharacas y de tan bajo perfil que nadie creía en él antes de llevar a Argentina a la final en Brasil-2014.

Así como llegó, en silencio, se fue. Era tan puntilloso en montar sus sortilegios para ganar partidos como empeñado en evitar la exposición pública. No estaba cómodo en las conferencias de prensa, pero aprendió a usarlas. "Soy una persona equilibrada y me gustan los equipos equilibrados", dijo una vez para autodefinirse y a la vez pregonar su manera de ver y sentir el fútbol.

Fue un discípulo de Carlos Bilardo, DT ganador de un Mundial, el de México-1986, y subcampeón en Italia-1990. "Tenemos que tener siempre los pies sobre la tierra", afirmaba. Hombre sereno, se tomaba su tiempo. Pero también era verlo impaciente tras la raya de cal. Era de aquellos a los cuales "la procesión les va por dentro".

afp/livefutbol