Motor, cerebro, corazón: el argentino Andrés D'Alessandro condujo la electrizante victoria del Internacional de Porto Alegre por 3-1 sobre el Atlético Mineiro y ahora piensa en el colombiano Independiente Santa Fe en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América 2015.

El primer gol vino en los pies de una promesa del club colorado, el mediocampista Valdivia de 20 años, que abrió el marcador en el minuto 21. D'Alessandro marcó el segundo (45) con otra grande jugada y su compatriota Lisandro López sentenció el definitivo 3-1 a los 74. Otro argentino, Lucas Pratto, descontó a los 51 para el 'Galo', que se despide de la Liberadores. El 'colorado' viaja la semana que viene a Bogotá para enfrentar al Independiente Santa Fe, que el martes eliminó al argentino Estudiantes de La Plata.

"Fue el trabajo de todo el equipo, un resultado merecido. Gracias a Dios pude ayudar a nuestro equipo, hice un juego inteligente, por momentos pasamos sofoco, pero así es la Libertadores", resumió bien el capitán D'Alessandro, que viste esta camiseta desde 2008.

La noche perfecta: estadio lleno, equipo descansado. Para quien criticó la estrategia del entrenador uruguayo Diego Aguirre dio resultado. La goleada del domingo en la primera fecha del torneo nacional se puede superar, la eliminación de la Libertadores, no. Y con el equipo en plena forma salió a ganar, con la ventaja del 2-2 en la ida.

Constante presión del 'colorado'

D'Alessandro arrancó la ofensiva con una linda pared con Lisandro López, que invadió el área y dejó el balón centrado por la izquierda. 'El cabezón' porteño intentó un remate cruzado, que se fue desviado, pero pasó cerca. Fue el primer aviso del trabajo que tendría el portero Victor (tercero de la selección en el Mundial-2014).

La presión del 'colorado' fue constante y sólo se tomó su primer descanso para celebrar el primer gol de Wanderson Ferreira de Oliveira o Valdivia como es conocido este joven mediocampista de 20 años. Aguirre tenía dudas sobre si ponerlo en el once titular ante la ausencia de Nilmar. La otra opción era más defensiva, Jorge Henrique, pero fue el joven de Jaciara (Mato Grosso, centro-oeste) el elegido y demostró el porqué.

D'Alessandro comenzó la jugada por el medio para Lisandro, que hizo un pase primoroso para Valdivia que antes de entrar en el área mandó un globo que dejó a Victor sin opción. Alguna que otra jugada del Atlético Mineiro -el campeón de 2013 en la era dorada con Ronaldinho- que no terminó en una verdadera amenaza, hasta el segundo tiempo.

Cambió la balanza

Y antes del pitazo, el gol cinematográfico de D'Alessandro, pieza fundamental en el partido. Un misil desde la entrada del área que fue derecho al ángulo opuesto de Victor. El entrenador Levir Culpi comenzó a modificar el equipo en el descanso con la entrada de Maicosuel y Giovanni Augusto. Más adelante, entró con otro atacante, Jo, por el lateral Douglas Santos.

Y el 'Galo' cambió la cara y comenzó a ponerle seriedad a su ataque. La balanza cambió y fue Alisson quien se vio en aprietos. Fue el sofoco del que habló D'Alessandro. Trece minutos del segundo tiempo y Lucas Pratto puso el 2-1 en la pizarra con categoría. Maicosuel dribló por el medio a toda la zaga y dejó al argentino solo frente al arco, para hacerse cargo del arquero y marcar.

Un casi gol del mismo Pratto vino poco después. Asistido por Patric, el atacante de La Plata remata con fuerza al arco y Alisson defiende; Luan intenta golpear el rebote, pero el balón terminó chocando en el palo. El Internacional se cerró y comenzó a apostar en los contraataques, pero fue difícil resistir la embestida del gallo minero. La orden era atacar con todo y todos, faltando 10 minutos para el final.

Y en el mejor momento ofensivo del 'Galo', vino el tercero del Inter. Valdivia intentó un lanzamiento de izquierda a derecha, pero el argentino Jesús Dátolo lo interceptó y en un error entregó el balón a su conterráneo López, que anotó con un toquecito. D' Alessandro fue sustituido por Réver, campeón con el 'Galo' en 2013, y ante de sentarse en el banco pidió bulla a los miles de fanáticos en el estadio. Es un ídolo. El Atlético no se rindió, pero su destino estaba escrito.

afp/livefutbol