Las hazañas de Jamie Vardy con el Leicester City han despertado el interés de Hollywood, pero su ataque de ira en la cancha ha puesto en compromiso la extraordinaria carrera de su equipo hacia la conquista de la Premier League.

Con 22 goles en el campeonato, Vardy se ha convertido en el rostro de un cuento de hadas del fútbol, pero su expulsión en el empate 2-2 de la semana pasada con el West Ham deja al Leicester en la estacada. Tras una segunda tarjeta amarilla por simular un penal, Vardy reaccionó encarando con ira al árbitro Jon Moss y recibió por ello el cargo de "mala conducta" de la Federación (FA), que podría dejarlo fuera de la cancha en dos de los cuatro partidos que le quedan al Leicester.

"Vardy ha sido uno de los mejores jugadores de la liga", dijo su compañero Danny Simpson, haciendo todo lo posible por poner buena cara. Pero "otros jugadores han marcado goles, y antes de la semana pasada Vardy llevaba cinco o seis partidos sin hacerlo, así que nos apañaremos", agregó.

El ascenso vertiginoso de Vardy llamó la atención del guionista británico Adrian Butchart, que está en conversaciones para convertir en película el cuento de Cenicienta de este jugador de 29 años. Es una historia seductora, que ha visto pasar a Vardy de jugador aficionado a internacional, con serias opciones de ser elegido jugador del año y ganar la Premier League.

Cinco años atrás, con 23, Vardy jugaba en el Stocksbridge Park Steels, un equipo de aficionados de la séptima división inglesa, y trabajaba en una fábrica de material médico. El delantero escuálido, trabajador incansable de temperamento ardiente, se ha convertido en algo así como un antihéroe para los hinchas del Leicester, que nunca han visto su club a ganar el título.

"¡¡Jamie Vardy organiza una fiesta, traed vodka y cocaína!!" ("Jamie Vardy's having a party, bring your vodka and your charlie"), cantan a menudo los hinchas en el King Power Stadium de Leicester. Sin embargo, aunque los hinchas del Leicester se deleitan con la reputación de villano de Vardy, el incidente ante el West Ham sugiere que no ha dejado atrás las asperezas de su carácter que lo llevaron a ser condenado hace años por una pelea en un bar.

Mala imagen en la prensa

Los medios británicos reprodujeron una y otra vez esta semana la foto del rostro crispado y a punto de estallar de Vardy, muy cerca del arbitro Moss, al que apunta con el dedo índice. La tarjeta roja le aparta automáticamente del partido del domingo en casa ante Swansea City y podría también dejarlo fuera el siguiente, ante el Manchester United en Old Trafford.

El incidente ha reavivado el recuerdos de otro que protagonizó antes de la temporada, cuando fue captado por una cámara usando un término racista para referirse a un asiático en un casino, por el que el Leicester le multó. Gary Lineker, el más famoso ex jugador del Leicester, defendió a Vardy de las acusaciones de racismo en una entrevista reciente en el diario The Guardian, describiendo el incidente como un "error", pero se topó con la reacción airada de mucha gente en las redes sociales.

Tanto el entrenador del Leicester, Claudio Ranieri, como el de Inglaterra, Roy Hodgson, expresaron su apoyo a Vardy por el episodio del West Ham, argumentando que no es un jugador que simule penales. Pero eso no cambia nada para el Leicester, que con cinco puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Tottenham Hotspur, afronta los cuatro partidos más importantes de la historia del club sin su máximo goleador y talismán.

Leonardo Ulloa, que llegó a marcar un penal en el tiempo de descuento contra el West Ham, sustituirá a Vardy y el lateral izquierdo Christian Fuchs apostó por el delantero argentino. "Es una situación nueva para nosotros porque Jamie no se ha perdido un partido todavía, pero creo que podremos superarla", dijo Fuchs a la BBC. "Cada vez que Leonardo Ulloa entra en la cancha lo hace bien", recordó.

Ulloa ha marcado cuatro goles esta temporada, entre ellos el que dio la victoria al Leicester en el último suspiro ante el Norwich City en febrero, mientras que su compañero de ataque, el japonés Shinji Okazaki ha marcado seis. Pero ninguno ha capturado tanto la imaginación como el fiero Vardy, que sólo puede esperar que su ausencia no suponga el fin de sueño del título de Leicester.

afp/livefutbol