Wembley acoge una final inédita de la Copa de Inglaterra este sábado entre el histórico pero modesto Crystal Palace, sin trofeos en su vitrina, y un gigante moderno como el Manchester City que aborda este título como un premio de consolación tras una temporada "espantosa".

En un pasado reciente, nadie habría apostado un céntimo por el Palace. Pero el Manchester City ha tenido demasiados problemas en los últimos meses para presentarse ahora como el ultra favorito antes de la 14ª final de la 'Cup' de su historia, la tercera consecutiva (victoria en 2023, derrota en 2024).

"Es una buena costumbre llegar a Wembley y siempre es importante ganar trofeos. Tenemos la final de la Copa de Inglaterra como objetivo y, en una temporada espantosa, hemos conseguido hacerlo", resumió el gigante noruego Erling Haaland a la BBC.

En el norte de Londres, el delantero espera aportar un poco de alegría a sus seguidores al final de una temporada agotadora, marcada por la grave lesión de Rodri, la caída del trono en la liga y una eliminación temprana en la Liga de Campeones, dos años después de haberla ganado.

La Copa de Inglaterra representa la última esperanza de trofeo para Pep Guardiola, quien ha levantado al menos uno por temporada con el Manchester City, a excepción de en su primera campaña (2016-2017).

El encuentro también tendrá un sabor especial para el capitán Kevin De Bruyne, que deja el club después de una década rica en emociones y títulos.

Sobre el papel, y a pesar de un año decepcionante, los Citizens parecen estar mucho mejor armados que sus adversarios en todos los lugares del campo, desde Ederson hasta Phil Foden pasando por Ruben Dias, Jérémy Doku o Omar Marmoush.

Pero el Crystal Palace también posee individualidades talentosas, empezando por los internacionales ingleses Marc Guéhi y Eberechi Eze, los franceses Maxence Lacroix y Jean-Philippe Mateta, o el extremo senegalés Ismaïla Sarr.

El club del sur de Londres se apoyará en su apasionada hinchada tras la brillante victoria contra el Aston Villa (3-0) en las semifinales, ya en Wembley.

El aliento de la historia también puede dar alas a los Eagles, finalistas desafortunados en 1990 y 2016, las dos veces contra el Manchester United.

De nuevo la posibilidad de ganar por fin un primer título. "Sabemos lo que esto representa para los seguidores y el club", declaró Eze en Sky Sports el domingo pasado.

"Tenemos confianza. Sabemos que solo tenemos que seguir así, ofrecer la mejor versión de nosotros mismos para tener la posibilidad de vencer a cualquier equipo", añadió el delantero de 26 años, que llega lanzado a Wembley.

Eze ha marcado cinco goles en sus cuatro últimos partidos, y contra equipos tan potentes como Arsenal (2-2), Aston Villa (3-0), Nottingham Forest (1-1) y Tottenham (2-0, doblete).

Un triunfo ante Haaland y compañía ofrecería además al Crystal Palace un boleto para la próxima Liga Europa, lo que sería un logro inédito para el club con camiseta azul y roja.

El Manchester City, por su parte, busca permanecer en la élite de la Liga de Campeones terminando entre los cinco primeros de la Premier League, un objetivo aún no asegurado a dos jornadas del final del campeonato.

afp/livefutbol