La temporada 2025-2026 comienza este miércoles para el AC Milan con una final de la Copa de Italia ante el Bolonia que puede ofrecerle un billete para Europa o, en caso de derrota, obligarle una vez más a una nueva revolución para el próximo curso.

El Milan tiene una historia frustrante con la 'Coppa Italia': solo se ha impuesto en ella cinco veces, la última en 2003, lejos del récord de la Juventus (15) o incluso de las nueve victorias de la AS Roma o el Inter.

Sus 'tifosi' esperan que esta alergia a la competición creada en 1922 (nueve finales perdidas, un récord) se esfume de una vez por todas en el Estadio Olímpico de Roma.

Incluso si los Rossoneri han recuperado el color en el campeonato (8º) y solo tienen tres puntos de retraso con respecto al 6º puesto, clasificatorio para la Conference League, hay un atasco en la pelea por los puestos europeos.

Desde la Juventus (4º) hasta la Fiorentina (9º), seis equipos están en cuatro puntos a dos jornadas del final, mientras que un solo adversario, el Bolonia, se interpone con la 'Coppa', que ofrece a su ganador un billete para la Europa League.

"Un club histórico como el AC Milan no puede conformarse con un noveno puesto en la Serie A", resumió su técnico Francisco Conceiçao.

"Todos sentimos arrepentimientos y frustraciones por el desarrollo de esta temporada", constató el portugués que, poco después de su llegada a finales de diciembre en sustitución de su compatriota Paulo Fonseca, ofreció a su nuevo club la Supercopa de Italia, al derrotar en la final al Inter.

Pero desde entonces, su estrella ha palidecido, especialmente después de la eliminación de la Liga de Campeones en el repechaje para los octavos ante el Feyenoord y un calamitoso mes de febrero.

En el lado positivo de la balanza, su equipo eliminó al gran rival, el Inter, en las semifinales coperas (1-1, 3-0), pero incluso un triunfo el miércoles podría no ser suficiente para salvar su cabeza.

"Hablar de Conceiçao no es importante, lo que importa es el próximo partido y ganar un trofeo", zanjó el técnico.

Entre bastidores, la jerarquía del Milan: el propietario Gerry Cardinale y su asesor especial, el antiguo goleador Zlatan Ibrahimovic, muy criticado por los aficionados, que ya habrían entablado contactos con Massimiliano Allegri, despedido por la Juventus hace justo un año por sus gritos contra el árbitro y un periodista después de haber ganado precisamente la Copa de Italia.

Invitado sorpresa a la fiesta, el Bolonia, liderado por su goleador Riccardo Orsolini -13 goles en el campeonato, seis desde principios de marzo-, espera poner fin a la larga espera de sus fanáticos.

Los Rossoblu no han ganado un título desde su segundo triunfo en la Copa de Italia en 1974.

afp/livefutbol