El Bayern de Múnich intentó vencer por todos los medios al Paris Saint-Germain, pero le hizo falta una mejor definición, dijo este sábado el fogueado atacante Thomas Müller, tras la eliminación 2-0 en cuartos de final del Mundial de Clubes.

La caída ante los franceses fue el último partido del campeón del mundo alemán, de 35 años, con el gigante bávaro, donde es una leyenda viva.

"Primero tenemos que digerir (la derrota). Lo intentamos de todas las formas y lo dimos todo. Jugamos bien y en la primera parte creo que controlamos el partido y el uno contra uno, la presión, todo estuvo bien", dijo al término del encuentro en el estadio Mercedes-Benz de Atlanta.

"Incluso ellos tomaron algunos riesgos y aprovecharon algunas ocasiones. Después, en la segunda parte, ya no intentaron hacer eso, vimos cómo estaba el resultado y tuvimos que intentarlo de nuevo. Tuvimos ocasiones, pero no pudimos materializarlas", apuntó.

El campeón de Europa avanzó a semifinales con tantos de Désiré Doué (78) y Ousmane Dembélé (90+6). Terminó el partido con nueve jugadores, por las expulsiones del ecuatoriano Willian Pacho y del francés Lucas Hernández.

"Era un partido muy caliente y necesitábamos marcar, necesitábamos esa prórroga. Pensé que cuando quedamos once contra nueve teníamos una oportunidad bastante buena. Pero al final ellos ganaron", apuntó.

Müller aseguró que estaba tan concentrado en obtener el pase a la ronda de los cuatro mejores que no era consciente de que estaba disputando su último juego con el Bayern, al que defendió desde el inicio de su carrera.

Su futuro no está claro.

"Solo estábamos centrados en avanzar, en progresar, pero creo que es como siempre en estas situaciones y en estos torneos: te das cuenta de lo que ha pasado cuando vuelves al hotel y cuando piensas qué va a pasar ahora. Ahora regresaremos al hotel por nuestras maletas y tendremos que digerir esto", sostuvo.

afp/livefutbol