19.12.2016 12:05 h

El duro despertar del fútbol latinoamericano

América quería ser el primer representante mexicano en disputar una final. (Foto: Getty)
América quería ser el primer representante mexicano en disputar una final. (Foto: Getty)

El Mundial de Clubes que finalizó el domingo con el título del Real Madrid fue decepcionante para los dos representantes del fútbol latinoamericano y las perspectivas de futuro son difíciles para un continente que no sólo pierde terreno respecto a Europa, sino que se ve amenazada ahora por Asia y África.

El Atlético Nacional colombiano (3º) y el América mexicano (4º) no cumplieron sus objetivos al llegar a Japón y acabaron cumpliendo con lo mínimo que se exige a los representantes del fútbol de la región. El campeón sudamericano soñaba con el título para dedicárselo al Chapecoense, el equipo brasileño que perdió a casi toda su plantilla en un accidente aéreo ocurrido hace tres semanas cuando volaban a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana. Pero el Verdolaga no sólo no ganó el título, sino que ni siquiera disputó la final, al caer en la instancia anterior ante Kashima Antlers por 3-0.

Podría considerarse un tropiezo puntual, de no ser porque de las seis últimas finales del Mundial de Clubes, el campeón de la Libertadores ha quedado fuera en tres de ellas, y Sudamérica, la tradicional gran potencia futbolística junto a Europa, únicamente suma un título mundial en la última década (Corinthians en 2012).

"Por las estadísticas se puede decir eso", respondió el técnico colombiano Reinaldo Rueda al ser preguntado si Sudamérica está perdiendo terreno. Rueda lamentó "la sangría de jugadores para Europa". "Nuestro talento está nutriendo el fútbol europeo gracias a su poder económico y esa será la tendencia hasta que no se generen auténticas empresas y capacidad organizativa para potenciar mejor ese talento latino, que lo hay", sentenció.

Rueda lo vivirá ahora en sus carnes, ya que tras perder varios jugadores después de conquistar la Copa Libertadores deberá volver a reconstruir un equipo en el que pueden marcharse cuatro o cinco titulares. Siempre que Rueda continúe en el Verdolaga, ya que pese a que el club quiere que siga, el técnico está pendiente de una operación de cadera de la que necesitaría varios meses de recuperación. Al menos Atlético Nacional ganó el tercer puesto (en los penales ante América) y evitó ser el primer equipo sudamericano en quedar fuera del podio. Pero África (en 2010 y 2013) y ahora Asia (en 2016) amenazan la tradicional dualidad entre Europa y Sudamérica.

La falta de roce internacional

América, por su parte, quería ser el primer representante del fútbol mexicano en disputar una final del Mundial de Clubes o, al menos, igualar la mejor clasificación (el tercer puesto de Necaxa en el 2000 y de Monterrey en 2012). Y no consiguió ni lo uno ni lo otro. Las Águilas lograron lo mínimo que se puede esperar de un fútbol mexicano que pasa por tener una de las mejores ligas de América y del mundo: llegar a semifinales.

El técnico americanista, el argentino Ricardo La Volpe, se consoló con el hecho de que "América demostró que el fútbol mexicano es competitivo", pero reclamó cambios en el fútbol americano para poder avanzar. Instó la Conmebol y a la Concacaf a llegar a un acuerdo para que los equipos mexicanos sigan disputando las competiciones organizadas por la primera y, por qué no, que ambas confederaciones se unan en una sola.

"Nos falta roce internacional", dijo La Volpe el domingo. "Competir internacionalmente es bueno y enfrentarse a los mejores equipos de Sudamérica, porque el nivel que tiene México en la Concacaf es muy superior" al del resto de rivales de la confederación.

El fútbol mexicano, que en los últimos años había participado en las principales competiciones de la Conmebol, tanto a nivel de clubes como de selecciones, ha decidido enfocarse en las competiciones de la Concacaf, que le dejan habitualmente fácil disputar torneos como el propio Mundial de Clubes o el Mundial y la Copa Confederaciones a nivel de selecciones, algo que tendría más difícil con una sola confederación americana. Pero Rueda recordó que "en los últimos años nos hemos beneficiado con este intercambio de culturas futbolísticas y fue bueno tanto para México como para Sudamérica".

afp/livefutbol