"Listo para los grandes escenarios. Es momento de hablar en la cancha", señaló Carlos Vela días antes del inicio de la Confederaciones, promesa que cumplió el domingo en el debut de México ante Portugal (2-2), cuando en menos de una hora demostró que es el jugador más desequilibrante del Tri.

En el Kazan Arena, el jugador de la Real Sociedad saltó al césped pegado a la banda derecha, en un ataque que completaron Chicharito Hernández y Raúl Jiménez. Tras unos minutos de tanteo, se convirtió en una pesadilla para el lateral izquierdo portugués Raphael Guerreiro, nutriendo de balones a sus delanteros. Finalmente funcionó la conexión y en un sutil centro de Vela desde dentro del área Chicharito acertó con un misil de cabeza en plancha.

Para extrañeza de los espectadores, el 'profesor' Juan Carlos Osorio lo retiró por Giovani Dos Santos antes de que se cumpliera la hora de juego (57), en un relevo entre los dos niños prodigios de 16 años que llevaron a México al título mundial sub-17 en 2005.

"El profe tenía muy clara su idea de juego. Sabía que ese lado (derecho) teníamos que explotarlo muy bien, Vela hizo un gran trabajo cuando estuvo ahí y pensaba que con Gio, un jugador con unas características parecidas, explotaría ese lado y terminaría el trabajo", explicó el capitán mexicano Andrés Guardado.

"Ese era el plan de juego, iniciar con Carlos o con Giovani, darle como mínimo 30 o 35 minutos al segundo, creemos que ellos dos pueden jugar en esa posición", añadió el propio Osorio en rueda de prensa.

Antes de viajar a Rusia también fue el factor desequilibrante del equipo para empatar ante Estados Unidos (1-1) en el Estadio Azteca, en un partido clave en la clasificación para Rusia-2018.

Frente al gran rival, Vela recibió en la derecha, se fue perfilando hacia la frontal del área y tras varios amagos sacó un disparo raso y seco con su zurda, una jugada 'a lo Messi'. No es la primera vez que los destellos del irregular futbolista de Cancún son comparados a las acciones cotidianas del cinco veces Balón de Oro.

"Por supuesto me parece el jugador más desequilibrante, más sólido, el mejor que tiene la selección mexicana sin duda alguna. Cuando él está contento y atraviesa un gran momento, lo muestra en la cancha", dijo a la AFP el seleccionador anterior Miguel Herrera, que lamentó que su renuncia a jugar el Mundial 2014. Entonces eran tiempos de zozobra entre la federación y Vela, que durante años se negó a jugar para el equipo nacional.

Ha alcanzado la madurez

"Me hicieron valorar lo que hay aquí, estoy disfrutando, lo que en otro momento no hacía. Con esta gente me siento muy feliz y lo demuestro", dijo sobre cómo se siente hoy en el Tri.

Ante Estados Unidos Vela celebró su gol con rabia, golpeando y besando el escudo de su país. En la Confederaciones, el jugador tiene un escaparate inmejorable. Tras 233 partidos y 72 goles en seis años con la Real Sociedad, el mexicano acaba contrato en 2018.

No le faltan pretendientes, especialmente en el campeonato estadounidense, donde ya juega su 'hermano' Gio (Los Ángeles Galaxy), pero Vela no descarta cerrar el círculo regresando a Chivas, de donde partió en 2005 cuando le reclutó el Arsenal

"¿Si algún día me gustaría volver? Claro que sí, de ahí salí", dijo recientemente. Lo cierto es que a sus 28 años la gran esperanza del fútbol mexicano por fin ha alcanzado la madurez, como el mismo reconoce.

"El tiempo, los años, es lo que más te hace madurar. Vivir momentos buenos y malos, adversidades. De todo eso se va aprendiendo, absorbiendo lo que te hace bien. He encontrado el equilibrio al tener una familia", explicó antes de viajar a Rusia.

afp/livefutbol