28.02.2024 17:23 h

Regreso de alto voltaje de Vinicius a Valencia

El delantero brasileño del Real Madrid Vinicius volverá a centrar las miradas el sábado en su regreso a Valencia, tras los insultos racistas que recibió la pasada campaña, que desembocaron en una causa judicial y un gran escándalo mediático.

El suceso convirtió a Vinicius en un símbolo de la lucha contra el racismo, pero también abrió una brecha entre el jugador y el Valencia, ofendido porque, en un primer momento, Vinicius tachara de racistas de forma general a los aficionados 'che'.

A pocos días de la vuelta de Vinicius al feudo valencianista, este desencuentro ha vivido un nuevo episodio con la prohibición del club de permitir el acceso al estadio a las cámaras de Netflix, que está preparando un documental sobre el brasileño.

Fuentes del club valencianista precisaron a AFP que la productora no tiene derechos sobre el partido y que sólo quería una cámara que enfocara durante los 90 minutos a la grada de animación, donde se encontraban las tres personas que profirieron los insultos el pasado año.

Esto hace temer al Valencia por la intención de esta grabación, según estas fuentes, que también señalan que se les había pedido una entrevista con Hugo Duro, jugador que recibió el manotazo por el que fue expulsado Vinicius en aquel partido, tras haber tenido sus más y sus menos durante el encuentro.

La productora podrá, en cambio, tomar imágenes fuera del estadio y a la llegada y salida de los jugadores.

"Son decisiones que toma el club y son todas muy difíciles de tomar. Ellos han decidido que no entre la productora, lo tengo que respetar absolutamente", afirmó el presidente de LaLiga, Javier Tebas, el martes.

"No creo que la no entrada para hacer el documental sea como consecuencia... Creo que es una medida de precaución. De hecho yo voy a intervenir en el documental y voy a hacer una entrevista", añadió Tebas.

Vinicius fue insultado en el partido de Liga del 21 de mayo de 2023 que el Real Madrid perdió 1-0 en Mestalla.

El partido fue detenido durante varios minutos y el jugador se encaró con los presuntos autores de los insultos, a los que señaló.

Tres jóvenes se encuentran investigados por estos hechos por un juzgado de Valencia, ante el que Vinicius declaró en octubre pasado afirmando que había sido objeto de esos insultos por ser de raza negra y un jugador importante del Real Madrid.

Los tres han sido vetados de por vida por el Valencia, que considera injusta la forma en que Vinicius generalizó la imagen de racista de la afición valencianista.

El técnico merengue Carlo Ancelotti también achacó los insultos a todo el estadio, antes de rectificar afirmando que se refería "a un grupo que se ha portado muy mal".

Lo ocurrido en Mestalla acabó teniendo dimensión internacional con las declaraciones de apoyo al jugador llegadas, entre otras, desde las altas instancias de España y de Brasil.

"Tolerancia cero con el racismo en el fútbol", escribió el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, mientras el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, consideró que "las Ligas deben tomar medidas serias porque no podemos permitir que el fascismo y el racismo se apoderen de los estadios de fútbol".

Las federaciones española y brasileña también mostraron su repudio por lo ocurrido y como muestra de apoyo, las dos selecciones jugarán el 26 de marzo en el estadio Santiago Bernabéu un amistoso contra el racismo bajo el lema "Una misma piel".

Pero, antes de ese encuentro, Vinicius tendrá que volver a un estadio, cuyo comportamiento será observado al milímetro el sábado y que medirá también la progresión del brasileño en la gestión de sus emociones.

"No soy un santo, a veces hablo demasiado, hago regates que no debo, hago cosas que no debo hacer, pero estoy aquí para mejorar, quiero mejorar", aseguró Vinicius en enero tras ganar la Supercopa de España.

afp/livefutbol