24.06.2025 06:29 h

Miami y Palmeiras, a octavos tras empate electrizante

El Inter Miami de Lionel Messi empató este lunes en casa 2-2 con el Palmeiras y se clasificó a octavos de final del Mundial de Clubes como segundo del Grupo A, por detrás de su rival brasileño, en una de las mayores hazañas de su corta historia.

Fundado en 2018, el club floridano puede celebrar un paso más en la revolución que supuso la llegada del 10 en julio de 2023.

¿Su próxima parada? El PSG, campeón de Europa, el domingo en Atlanta. Un día antes, el equipo de Sao Paulo chocará con su compatriota Botafogo en Filadelfia.

Ante un Palmeiras favorito, el Inter disfrutó del liderazgo del rosarino y de Luis Suárez, su excómplice del Barça, en un partidazo en el Hard Rock Stadium que bajó el telón de la zona A.

El delantero uruguayo asistió a Tadeo Allende para el primer gol de los locales, en el minuto 16, y anotó el segundo tras una jugada personal (65).

"Estoy contento por el sacrificio y trabajo del equipo, pero nos vamos con un poco de sabor amargo porque teníamos la victoria ahí para terminar primeros", reconoció Suárez.

Las Garzas desaprovecharon esa ventaja y acabaron pidiendo la hora ante los paulistas, que empataron en la recta final, impulsados por su inagotable "torcida" verde, por intermedio de Paulinho (80) y Maurício (87).

"Lamentablemente teníamos el partido en las manos y no pudimos aguantarlo", afirmó el DT del Inter Miami, Javier Mascherano. "El rival también juega. Es un rival que tiene jerarquía y recambios. Al final tomó más riesgos y a nosotros se nos hizo difícil con el cansancio".

El Inter entró bien al partido. En torno a Sergio Busquets, el equipo tocaba con paciencia en busca de sus delanteros.

Messi se mostraba muy activo, ofreciéndose entre líneas y combinando arriba con Suárez y el extremo venezolano Telasco Segovia.

Los brasileños, por su parte, buscaban el vértigo en cada jugada, descargando rápido a las bandas para aprovechar la velocidad de sus extremos, la perla brasileña Estêvão y el uruguayo Facundo Torres.

El plan generaba peligro, pero al Palmeiras le fallaba el último pase y los hombres de Javier Mascherano aguantaban sin apuros.

Así estaba el partido cuando Federico Redondo despejó un balón desde la frontal de su área y Suárez lo desvió con el pecho hacia Tadeo Allende.

El interior argentino, lanzado desde el centro del campo, aceleró hacia la portería rival y nadie pudo seguirle el ritmo, ni siquiera el central Murilo, que se lesionó al intentar alcanzarlo.

Allende batió con frialdad al arquero Weverton y silenció a los numerosos hinchas brasileños presentes en el Hard Rock Stadium.

Las Garzas ganaban 1-0 y no era una sorpresa. Enfrente, el Palmeiras apenas presionaba y dejaba todo el tiempo del mundo a Busquets, Messi y Suárez para encontrarse. Siempre una mala idea.

El paso por los vestuarios apenas cambió la dinámica del encuentro. El Inter tenía la pelota, y Messi recibía cada vez más en zonas peligrosas.

Suárez, rejuvenecido, estaba en todas partes, asistiendo y pidiéndola.

Un jugadón suyo puso patas arriba a la afición rosa: recibió en tres cuartos, se quitó a dos rivales de encima y batió al portero brasileño con un zurdazo imparable.

El partido parecía encarrilado para los locales, pero el tanto despertó por fin a los brasileños.

"En el descanso les dije que era imposible hacerlo peor y que había que ir para arriba", dijo el DT del Palmeiras, el portugués Abel Ferreira.

Por primera vez en el partido, el Inter perdió el control del balón y multiplicó las pérdidas en su campo.

En una de ellas, el centrocampista Allan se encontró con la pelota en el balcón del área y le filtró un bonito pase a Paulinho.

El delantero, sustituto de Facundo Torres, no desaprovechó el regalo y batió a Oscar Ustari.

La hinchada brasileña enloqueció y la ola verde empezó a golpear una y otra vez contra la defensa rosa.

En una de las últimas jugadas, el mediapunta Maurício aprovechó un mal despeje del central Maximiliano Falcón para empatar el encuentro con un tiro seco desde dentro del área.

"Lo más valioso fue nuestro compromiso, nuestro valor para jugar y luchar siempre hasta el final", valoró Estêvão.

afp/livefutbol