El seleccionador surcoreano, Hong Myung-bo, dijo el miércoles que al no ser muy creyente no pedía "ayuda divina" para su equipo, incluso si éste necesita casi "un milagro" para alcanzar los octavos de final.

Con un sólo punto en dos partidos, Corea del Sur debe derrotar a Bélgica, ya clasificada, por varios goles de diferencia, el jueves en Sao Paulo, para mantener alguna posibilidad de clasificar. Al mismo tiempo, Argelia, que está en buena posición con tres puntos, y Rusia (1 punto) también pueden pasar.

"No soy muy religioso, por lo que no pido ayuda divina. Sé que tengo algunos jugadores más religiosos que otros, o sea eso que puede ayudar", declaró el técnico surcoreano. "El pueblo coreano espera mucho de nosotros mañana [jueves]. No sé si vamos a hacer milagros, veremos el resultado", agregó.

Siempre gana el mejor equipo

Hong era titular en el equipo surcoreano que empató (1-1) en el Mundial-98 con una selección de Bélgica en la que figuraba también el actual técnico de los Diablos Rojos Marc Wilmots. Aquel resultado eliminó a los europeos de la competición.

"En fútbol no siempre gana el mejor equipo", recordó el seleccionador surcoreano que "no cree que este partido contra Bélgica sea el último para sus jugadores". "Las condiciones no son favorables para que vayamos a octavos de final, pero me gustaría que diéramos esperanza al pueblo coreano", subrayó. "Espero que podamos aportar mañana la prueba de nuestro talento y de nuestra competencia", agregó el capitán Koo Ja-cheol.

afp