Líder mental de la selección suiza, Stephan Lichtsteiner se ha ganado la autoridad con una progresión regular, de Lucerna a titular indiscutible en la Juventus de Turín y en los octavos de final de un Mundial, el martes en Sao Paulo contra Argentina.

"Desde Suiza, hay que hacer las cosas paso a paso", declara el jugador después de alcanzar la cima a los 30 años, con el desafío de enfrentarse a un inspirado Lionel Messi (cuatro goles en tres partidos) en la Copa del Mundo.

Defensa sólido y con proyección ofensiva, 'Licht' nació en Adligenswil, ciudad del Cantón de Lucerna, y dio el salto a la categoría profesional en el Grasshoppers Zurich (2001). Luego fichó por el Lille (2005), su trampolín hacia Italia; al Lazio en 2008 y a la Juventus en 2011. "En Suiza hay quien cree que sales y de inmediato estás en un gran club", señala, comparándolo con su progresivo recorrido profesional.

Empleado de banco

En previsión de que su carrera no prosperara, Lichtsteiner obtuvo el diploma de empleado de banco en 2004. "Lo pacté bien con el Grasshoppers, podía seguir mis cursos y acudir a los dos entrenamientos diarios", recuerda. Sólo tenía 21 años cuando llegó al Lille.

"Estuvo bien trabajar con Claude Puel, él fue importante para mí. Puel es muy bueno para formar a los jóvenes", señaló sobre el entrenador francés.

La experiencia en el norte del país galo le sirve para descubrir la Liga de Campeones y sus buenas actuaciones le llevan a la Serie A. "En Italia hay otra mentalidad, otra manera de jugar al fútbol, los entrenamientos están más basados en la táctica", comenta.

De su primera etapa en Italia, en la capital con el Lazio, se acuerda del técnico Delio Rossi. "Me enseñó mucho de la fase defensiva del juego", explica.

Juventus de Turín

En 2011 le llega por fin la llamada de Juventus, con la que ha ganado tres campeonatos consecutivos. A pesar de ser indiscutible para el técnico Antonio Conte, no ha tenido reparos en diferir con él en algunas cuestiones.

Para empezar Lichtsteiner prefiere la defensa con cuatro jugadores, habitual con Suiza, que la de cinco, con la que la Juve ha construido el edificio defensivo que le ha permitido dominar el fútbol italiano en los últimos años.

"Con cuatro tienes el balón y partes desde atrás. Con cinco haces más carreras y tienes menos la pelota, estás obligado a esperar que los otros te la pasen", reflexiona.

Pero lo más importante que ha aprendido en Turín es a interiorizar el mensaje del club: "En la 'Juve' debes ganar siempre, es así de simple", más allá de sutilezas relacionadas con el estilo.

Su década en la élite de Francia e Italia le han convertido en uno de los líderes del vestuario de Suiza, con la que ha jugado 66 partidos (5 goles).

Responsabilidad

"Los veteranos podemos tomar la palabra, pero hace falta que tomemos las responsabilidades y es lo que yo he hecho desde que era muy joven. Creo que finalmente la edad no cambia gran cosa, de todas maneras pienso que nuestros jóvenes son bastante fuertes", dice.

'Licht', con excelentes cualidades para jugar en la banda, es consciente de que el punto diferencial al máximo nivel lo hace la concentración y el aprendizaje del juego.

"Puede ser que una de mis cualidades sea la inteligencia como defensa, si te posicionas bien, si lees bien el juego, haces menos entradas y puedes entrar cuando estás seguro al 100% de jugar el balón", comenta.

¿Otra cualidad? "Ehh... También soy rápido". Hará falta que explote al máximo todas sus virtudes para detener a Messi en Sao Paulo.