01.07.2014 22:03 h

Di María lleva a Argentina a cuartos

Un salvador gol de Ángel Di María tras un pase de Lionel Messi a dos minutos del final de la prórroga dio la clasificación a Argentina para los cuartos de final del Mundial Brasil-2014, con un triunfo 1-0 ante Suiza este martes en el Arena Corinthians de Sao Paulo.

Tras esta sufrida y agónica victoria en octavos de final, la selección albiceleste buscará ahora un lugar en semifinales con el ganador del duelo entre Estados Unidos y Bélgica, que se disputará a continuación en Salvador de Bahía. Como a lo largo del torneo, el equipo de Alejandro Sabella volvió a defraudar en su juego y tuvo que esperar hasta el minuto 118 y una acción de Messi, que metió un pase genial a Di María en un contragolpe, para liquidar un duro pleito.

Suiza pudo haber llevado el partido a los penales, pero un cabezazo de Blerin Dzemaili se estrelló en el poste en los segundos finales del partido, desatando la locura de los miles de argentinos presentes entre los 63.255 espectadores que llenaron el Arena Corinthians.

Una victoria más que merecida

"Dejamos el alma, la vida en cada pelota. Tuvimos muchas situaciones de gol, intentamos jugar bien, no nos desesperamos. La victoria es más que merecida", dijo Di María, quien permite a su selección alcanzar por tercera vez consecutiva los cuartos de final de un Mundial, tras Alemania-2006 y Sudáfrica-2010. "Por suerte pudimos ganar en los 120. El primer tiempo fue parejo, pero después el partido fue todo nuestro", señaló de su lado Alejandro Sabella. Es el cuarto triunfo consecutivo de Argentina en Brasil-2014, tras haber derrotado 2-1 a Bosnia, 1-0 a Irán y 3-2 a Nigeria.

Los sorprendentes suizos, de su lado, habían alternado altos y bajos, con una victoria ante Ecuador 2-1, una dura derrota 2-5 frente a Francia y una goleada 3-0 a Honduras que le había dado el segundo lugar en el Grupo E detrás de los galos.

"Éste es el fútbol, son emociones fuertes y por eso nos encanta. Quiero felicitar a mi equipo y a Argentina. Le hicimos la vida difícil y mantuvieron su calma", dijo el técnico alemán de Suiza, Ottmar Hitzfeld, que se despidió como entrenador y tuvo un día especialmente duro, ya que la noche del lunes sufrió la muerte de su hermano.

Romper la maldición

Con este triunfo, la Albiceleste rompió su maldición sin vencer a un equipo europeo en tiempo reglamentario de un partido eliminatorio de Copa del Mundo desde su triunfo ante Alemania 3-2 en la final de México-1986, con cuatro empates (tres victorias en definiciones desde el punto penal) y cuatro derrotas.

La lesión de Sergio Agüero obligó a Sabella a introducir una variante respecto del partido con Nigeria, y el técnico se la jugó por Ezequiel Lavezzi, con el objetivo de preservar el esquema ofensivo 4-3-3 que le gusta a Messi para atacar y pasar a un 4-4-2 cuando fuese necesario.

De su lado, Hitzfeld, que había prometido demostrar cómo "parar a Messi", mantuvo a Johan Djourou y Fabian Schaar como centrales, a pesar de las dudas que habían dejado contra Honduras. Suiza salió a jugar con dos líneas defensivas bien marcadas de cuatro hombres en torno al área de portero Diego Benaglio y su estrella Xherdan Shaqiri moviéndose delante del mediocampo y detrás de Josip Drmic, único punta.

Argentina, dueña de la pelota

Con este planteo, Argentina fue dueña de la pelota pero le costó mucho perforar la doble cortina helvética y Messi penó para encontrar huecos y todo se resumía a los arranques de Ángel di María, que era detenido a menudo con faltas tácticas.

La chatura del partido se interrumpió poco antes de la media hora con un destello de Shaqiri, que desbordó por la izquierda y sirvió dentro del área a Granit Xhaka, obligando al arquero Sergio Romero a un gran tapada con el pie cuando Suiza gritaba el primero. Esa jugada pareció despertar un poco a Argentina. En la réplica lo tuvo Lavezzi con un disparo bajo y a continuación Garay no logró cabecear por centímetros un centro de Di María desde la derecha.

Pero los suizos volvieron a disponer de una ocasión enorme para ponerse en ventaja a los 38 minutos, en una contra iniciada por Shaqiri, el 'Messi de los Alpes', que Drmic definió de manera pésima a las manos de Romero cuando tenía tiempo y espacio para mucho más.

Llegan las oportunidades

La tónica del partido cambió en el arranque del complemento, con el equipo de Sabella más decidido, sobre todo a la hora de luchar los balones divididos y abrir la cancha. De a poco comenzaron a sucederse las oportunidades: Benaglio sacó un remate de Marcos Rojo y un buen cabezazo de Higuaín, el 'Pipita' no conectó un centro en la puerta del área chica y un disparo de Messi se fue apenas alto.

Sabella movió el banco y Rodrigo Palacio entró por un deslucido Lavezzi, pero los minutos pasaron y el encuentro se fue al alargue, a pesar de que 'La Pulga' tuvo una muy clara con un remate bajo que Benaglio rechazó de manera providencial.

En la prolongación, el portero suizo salvó a la 'Nati' mandando al córner un bombazo alto de Di María en la primera parte, pero nada pudo hacer a dos minutos del final, esta vez frente a un remate bajo y esquinado.

afp