Un viaje en noviembre hacia la provincia de Pontevedra es lo último que una cansada campeona del mundo necesita. Ante España, el gran y antiguo rival de Thomas Müller y sus compañeros, hará el último esfuerzo del año.

"Por supuesto que este partido es un nuevo punto culminante en el que podemos dar una señal clara. Hay mucho prestigio en juego. Es, sin duda, un choque que hace ilusión disputar”, dijo el máximo goleador de Alemania en el glorioso 2014 para los pupilos de Löw. Joachim Löw, antes de partir a Vigo, valoró el partido después de la absurda victoria contra los especialistas defensivos de Gibraltar (4-0) en la fase de clasificación del Campeonato de Europa.

"Ambos equipos queremos mostrar a finales del año el potencial que tenemos. Queremos ganar", proclamó el entrenador nacional, que esperaba el regreso de sus 20 jugadores tras concederles un fin de semana libre. Este domingo vuelven todos a Múnich para viajar el lunes hasta Galicia.

Modelo a seguir

Durante años, España fue el modelo a seguir para Löw y sus muchachos. Antes del partido contra el actual campeón europeo en un deteriorado Estadio Municipal de Balaídos, el entrenador alemán se olvida del pasado. "El partido no es ninguna revancha por anteriores encuentros, como lo perdidos en 2010 o 2008. Eso es pasado y no tiene ninguna importancia para ninguno de los dos", señalo Löw.

Con el triunfo en el Mundial de Río se superó también el trauma de la derrota sufrida ante España (0-1) en la final de la Eurocopa de Europa en 2008 y en semifinales del Mundial de 2010. Sin embargo, una victoria en el amistoso contra el poderoso combinado ibérico, pondría un broche de oro a un espectacular año para Alemania, que volvió a proclamarse campeona mundial.

Además serviría para mejorar la imagen de los del Löw tras los últimos resultados cosechados. "Espero que el antiguo campeón del mundo quiere batir al actual. Es un partido muy importante para ellos y también para nosotros", indicó el jugador del Real Madrid, Toni Kroos.

Sin Neuer y Boateng

Löw tendrá que dejar en Múnich al portero Manuel Neuer, que sufre molestias en su rodilla derecha, y a Jérôme Boateng, con problemas musculares. "Contra España me hubiera gustado jugar con el mejor equipo, pero no queremos correr ningún riesgo con Manuel". Roman Weidenfeller o quizá Ron-Robert Zieler podrán disfrutar de minutos en Vigo, como un agradecimiento por el trabajo de ambos suplentes en el Mundial de Brasil. España ganó el sábado por 3-0 ante Bielorrusia y se mantiene segunda por detrás de Eslovaquia, con la que perdió de manera sorprendente.

La última victoria alemana contra España se produjo el 16 de agosto de 2000, coincidiendo con el debut del entrenador Rudi Völler. El resultado fue de 4-1 para Alemania en el encuentro celebrado en Hannover. En terreno español, hay que remontarse al Mundial de 1982 para encontrar la última vez que Alemania salió ganadora. El partido disputado en el Santiago Bernabéu se saldó con un 1-2 para los visitantes.

dpa (Traducción: Iván Turmo)