Este jueves se generó confusión en torno a la celebración del duelo del sábado Eintracht Fráncfort-Bayern Múnich, correspondiente a la 11ª jornada de la Bundesliga, debido a una huelga de trenes en Alemania, que ha multiplicado los desplazamientos en autobús de los aficionados.

El partido "se disputará pese a la huelga", afirmó el presidente del Eintracht, Herinert Bruchhagen, al diario 'Bild'. Unas horas más tarde, el club confirmó una información de la revista 'Kicker' que anunciaba que la celebración del partido estaba en el aire.

Entre tanto, un portavoz del Eintracht indicó que está previsto celebrar una reunión en la que "se tomará una decisión tras consultar a la policía y la Liga Alemana de Fútbol (DFL)". Pero la DFL, por su parte, anunció que no había "ninguna razón" para poner en duda la celebración del partido. Lo que parece ser la decisión final. El problema residía en la organización alrededor del estadio de la gran afluencia de autobuses que iban a transportar a los aficionados debido a la huelga de cinco días de los conductores de trenes alemanes, la más larga en 20 años.

Unos 100.000 aficionados al fútbol usan cada semana el transporte ferroviario para seguir a sus equipos en la Bundesliga. En la anterior huelga de trenes, que se realizó a mediados de octubre, no se anuló ningún partido de la 8ª jornada del campeonato germano.

afp