10.07.2023 13:53 h

Australia se prescribe humildad para su Mundial

Australia nunca ha superado los cuartos de final en un Mundial de fútbol femenino. Jugando en casa y con una estrella como Sam Kerr en sus filas, su selección puede llegar lejos en su Mundial aunque se muestra humilde.

El conjunto oceánico es un cuadro consolidado en la escena internacional: ha disputado todas las Copas del Mundo desde 1995 y se ha situado entre las ocho mejores selecciones en tres ocasiones.

En la edición de 2019 en Francia cayeron tras una dolorosa tanda de penaltis en octavos de final ante Noruega, pero las australianas llegan en su mejor forma para este Mundial que coorganizan junto a Nueva Zelanda.

Desde el último Mundial, Australia reclutó al entrenador sueco Tony Gustavsson, obtuvo un meritorio cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Tokio y encadenó una prometedora racha de resultados antes de su cita más importante.

En el último año, las jugadoras oceánicas han batido a Suecia y España y se impusieron en abril a domicilio a Inglaterra (0-2), las actuales campeonas de Europa, que llevaban una racha de 30 partidos sin conocer la derrota.

Con la delantera Sam Kerr también en forma, después de una temporada en que ha anotado 29 goles en 38 apariciones con el Chelsea, los logros de Australia la empujan como posible contendiente al título.

"Siempre he creído en este equipo, en estas jugadoras que son así de leales y comprometidas (...) Pero creo que es importante que no nos dejemos llevar ahora. Tenemos que ser muy, muy humildes", dijo su entrenador sueco.

"Necesitamos mantenernos en esa aburrida zona gris, en un punto medio para permanecer anclados en el suelo y humildes, pero sabemos que un día podemos no tener la mejor plantilla, pero podemos ganar al mejor equipo", afirmó.

Pero sus opciones en este Mundial dependen del acierto de su delantera de 29 años. La máxima goleadora histórica de Australia será uno de los rostros del torneo.

Entre las mejores del mundo, Kerr admite que un Mundial en casa siempre conlleva una presión añadida, pero también una oportunidad.

"Será el mayor honor del mundo representar a tu país en un Mundial en casa frente a tu familia y tus amigos", dijo Kerr.

"Esperamos que este equipo se recuerde para siempre y que representemos a Australia de la mejor forma posible y demostremos que Australia puede ser un país futbolístico de verdad", añadió.

Pero con el mismo discurso prudente de su entrenador, la delantera insistió en ir partido a partido. El primero será el 20 de julio contra Irlanda en Sídney, en la primera jornada del grupo B que comparten junto a Nigeria y Canadá.

"Irlanda es un equipo realmente bueno. Se trata de preocuparse del siguiente partido. Puedes perder partidos cuando miras demasiado adelante y este fue uno de los aprendizajes del último Mundial", advirtió.

Introducido por migrantes británicos a finales del siglo XIX, el fútbol ha tenido que hacerse un hueco en un panorama deportivo repleto de disciplinas como el rugby a 13 o a 15, el fútbol australiano y el críquet.

Pero rápidamente ganó protagonismo, también en parte gracias a mujeres como Kerr que ayudaron a impulsar cambios con la implementación de un salario mínimo en la liga nacional y el trato profesional a las jugadoras.

Pero más allá de la delantera del Chelsea, Gustavsson puede escoger entre mucho más talento como la veterana defensa Clare Polkinghorne, la lateral Steph Catley, la centrocampista Katrina Gorry o las atacantes Caitlin Foord y Hayley Raso.

afp/livefutbol