La delantera estadounidense Alex Morgan declaró el martes que el equipo se siente liberado tras haber luchado por la igualdad salarial, mientras Estados Unidos busca su tercer título del Mundial femenino, que este año se juega en Australia y Nueva Zelanda.

"No tener distracciones como pelear por la igualdad salarial y las condiciones de trabajo, nunca más, se siente realmente bien", consideró Alex Morgan en rueda de prensa. "Esta vez no tenemos que preocuparnos de nada más que del terreno de juego".

"Espero que pronto sea igual para todas las jugadoras internacionales en todo el mundo", añadió la jugadora del Wave de San Diego, de 34 años.

La selección femenina estadounidense, liderada por jugadoras estrella como Morgan, Megan Rapinoe y Carli Lloyd, interpuso una denuncia hace varios años contra la Federación de fútbol estadounidense por discriminación salarial.

Su lucha condujo finalmente a un acuerdo de negociación colectiva histórico, anunciado en mayo de 2022, que permite a los equipos masculinos y femeninos estadounidenses el reparto equitativo de las bonificaciones del Mundial.

"La Federación estadounidense hizo un trabajo excelente de apoyo, lo que no siempre es el caso con muchas otras federaciones en el mundo", añadió Alex Morgan, que juega su cuarto Mundial.

Los premios económicos de la FIFA no son los mismos para el Mundial femenino que para la edición masculina.

En el Mundial-2023, el monto total de los premios se eleva a 152 millones de dólares (137,5 millones de euros), tres veces más que en el último Mundial femenino en 2019.

Como comparación, esa cifra alcanzó los 440 millones de dólares (398 millones de euros) en el torneo masculino de Catar en 2022, donde la selección estadounidense se llevó 13 millones de dólares (11,7 millones de euros) tras llegar a octavos de final.

Los ejemplos de otros equipos nacionales femeninos que luchan por las mismas condiciones se multiplican, como la selección canadiense, que amenazó con hacer huelga a principios de este año por cuestiones de remuneración, de financiación y de contrato.

Tras una primera victoria ante Vietnam (3-0), las estadounidenses se enfrentarán el jueves a Países Bajos, que dominó contra Portugal (1-0), en una esperada repetición de la última final del Mundial-2019, partido además decisivo para la lucha del liderato del grupo E.

afp/livefutbol