22.06.2018 12:00 h

Última esperanza para Corea y Heung-min ante México

Llegaga del conjunto asiático a Lomonosov ayer día 21. (Foto: Imago)
Llegaga del conjunto asiático a Lomonosov ayer día 21. (Foto: Imago)

Argentina tiene a Leo Messi, Egipto a Mohamed Salah y Corea del Sur a Son Heung-min. El delantero estrella del Tottenham centra todas las esperanzas de su país, antes del partido decisivo contra México, el sábado.

Los 'Guerreros Taeguk', previsiblemente derrotados por Suecia (1-0) en la apertura del Mundial-2018, necesitan vencer a los latinoamericanos para no dejar, por segundo año consecutivo, el torneo en la fase de grupos. Cuando Corea tiembla, siempre es él el llamado al rescate: se espera que, una vez más, supere la presión tras su mediocre desempeño ante los escandinavos.

"Siempre me decepciona mi rendimiento", dijo el extremo de 25 años. "Lo siento mucho por mis compañeros de equipo, porque si no marcamos, es mi culpa, porque tengo que asumir mis responsabilidades".

No recibió demasiada ayuda de sus compañeros arriba: ni Kim Shin-Wook, ni Hwang Hee-chan fueron una amenaza en un ataque privado de dos titulares lesionados antes de la preparación, Kwon Chang-hoon y Lee Keun-ho.

"Cuando juega para el equipo nacional, el rival centra su defensa en Son", explicó el entrenador Shin Tae-yong en mayo. "Creo que lo está haciendo bien, pero para convertirse en un gran jugador, tiene que superar esa barrera".

Un paso más, por tanto, para un jugador educado para alcanzar las cumbres desde una edad temprana por su padre Son Woon-jung, ex futbolista profesional cuya carrera se rompió a los 28 años por lesión. Su hijo menor dejó la escuela secundaria en Corea a los 16 años para unirse en Alemania al Hamburgo, una rara decisión para un jugador asiático, y que le ayudó a adaptarse a los estándares europeos.

Tras una temporada con el Leverkusen, es en el Tottenham donde explotó a ojos del Viejo Continente: su temporada 2017-18 fue coronada con 18 goles y 11 asistencias, incluyendo un tanto en octavos de final de la Liga de Campeones contra la Juventus. En el club del norte de Londres, y aún bajo la sombra de Harry Kane, Dele Alli y Christian Eriksen, Son es unánimemente apreciado.

"Es cierto que no recibe tanta atención mediática como Kane u otros jugadores, pero es bueno reconocerlo", dijo el entrenador del club, Mauricio Pochettino. "Es como un jugador que juega junto a Messi o Cristiano Ronaldo, merece mucho crédito. Pero todo el equipo lo ama no solo por su rendimiento, sino también por su forma de ser. Es muy humilde y un tipo normal, lo que le vuelve más grande".

Un defensor de su cultura

La influencia de Son se siente incluso en la cantina de los Spurs, cuando invita a cocineros al centro de entrenamiento para preparar platos coreanos como bulgogi (barbacoa coreana) japchae (fideos) o Samgyetang (sopa de pollo ginseng). En la selección, nadie le disputa la condición de cabeza de cartel.. pero los buenos resultados escasean.

En los Juegos de Río de 2016, su viaje acabó en cuartos de final contra Honduras: el jugador se derrumbó sobre el césped y lloró antes de ser consolado por sus compañeros.

Porque el contratiempo podría costarle caro. En Corea, todos los varones menores de 28 años deben realizar un servicio militar de 21 meses... con la excepción de los deportistas de éxito en competencias internacionales con la selección. Vestirse con el caqui del ejército podría ser un lastre importante en su carrera. Vencer a México es, por tanto, de vital importancia.

afp/livefutbol