La Juventus Turín ve en la final perdida contra el FC Barcelona (3-1) el sábado la señal de su retorno duradero a la élite de los grandes de Europa y desea volver con más fuerza el año próximo en la Liga de Campeones.

"No es más que el inicio, ahora debemos consolidar nuestra plaza entre los ocho mejores equipos de Europa", declaró Massimiliano Allegri, llegado en verano entre silbidos por sustituir a Antonio Conte. Allegri dio muestras de un gran nivel táctico, adaptando a su equipo a los diversos rivales que se encontró en la Champions: Cerrado y a la contra ante Mónaco, dominante y sin complejos ante el Real Madrid, y paciente ante un Barça al que hizo dudar antes de caer ante el poderío blaugrana.

El técnico, autor del doblete doméstico, habla de una "temporada magnifica, con una gran final. Será difícil hacerlo mejor que esto". Decepcionado por conceder el 2-1 cuando la Juve estaba siendo ligeramente superior, aún así espera que sirva de lección: "Es otra ocasión para progresar, cuando tienes el partido en tu mano, debes prestar más atención que antes".

La prensa italiana alabó el partido de los de Piamonte: "con la cabeza alta" publicaban muchos diarios, todos de acuerdo con la grandeza del adversario. La derrota en la final, la sexta, récord en la competición (cinco para el Bayern Múnich y Benfica), no empaña "la gran satisfacción de llegar hasta aquí", para el administrador delegado del club, Giuseppe Marotta. "La Juve ha vuelto de donde desapareció. Ser finalista significa nuestro regreso junto a los mejores", señaló el dirigente. "Tenemos la obligación de volver a tener esta actuación desde el primer partido de la próxima temporada en la Liga de Campeones", donde la Juve será cabeza de serie al ganar la Serie A italiana.

Preparados para ganar finales

La 'Vecchia Signora' desafió a los pesimistas. A principios de temporada, muy pocas personas, incluso en Turín, imaginaban al equipo en la final de Berlín. El periodo post-Calciopoli, el escándalo de partidos amañados por el que bajó a segunda división en 2006, está cerrado y el club turinés puede mirar con ambición al 2016.

"Tuvimos oportunidades de ganar, este equipo se está preparando para ganar partidos como este", dijo el español Álvaro Morata, el goleador "bianconero" en la final, una de las grandes esperanzas del equipo, con 22 años. "No queremos parar, estamos listos para mejorar este equipo", prometió Morata.

El cuádruple campeón de Italia ya sacó la chequera (40 millones de euros con los bonus) por el delantero argentino del Palermo, Paulo Dybala, y anunciará la llegada del alemán Sami Khedira, proveniente del Real Madrid, para sustituir la eventual salida del francés Paul Pogba o el chileno Arturo Vidal.

La Juve también busca un defensa de nivel y podría poner los ojos en un delantero experimentado como el colombiano Radamel Falcao o el argentino Gonzalo Higuaín. Tras doce años sin alcanzar una final europea, quiere llegar para quedarse. Su dominio en Italia no es suficiente. Incluso esta derrota a animado a su eterno arquero, Gianluigi Buffon, que con 37 años fue el mejor de su equipo en la final. 'Gigi' quiere "mantener su nivel durante tres años más" para al fin lograr el trofeo que le falta, la Liga de Campeones. "Yo juego en la Juve, y llegará el día en que la Juve gane la Copa de Europa", profetizó Buffon.

afp/livefutbol