08.03.2023 10:01 h

PSG, a todo o nada en Múnich por los cuartos

El París Saint-Germain se juega su temporada en el campo del Bayern Múnich, donde se presenta pleno de confianza, liderado por Leo Messi y Kylian Mbappé, pese a la baja por lesión de Neymar, el miércoles en el partido de vuelta de octavos de final de Liga de Campeones.

El PSG debe imponerse por al menos dos goles de diferencia en el Allianz Arena para remontar la derrota de la ida (1-0) y no detenerse una vez más en octavos, como el año pasado frente al Real Madrid (1-0/1-3).

Ya eliminado en la Copa de Francia, en Marsella (2-1), si cae en Champions, el PSG solo tendría el consuelo de conquistar un duodécimo título de Ligue 1, que no conformaría a los propietarios cataríes del club, obnubilados por la Champions.

Kylian Mbappé, la estrella ascendente del equipo, bromeó sobre el tema cuando se le interrogó sobre su prolongación de contrato más allá de 2024: "Si ligara mi futuro a la Liga de Campeones, sin faltar el respeto al club, me habría marchado muy lejos", lanzó riendo.

El astro francés sueña con conquistar la primera Champions para el club, algo que le haría un hueco mayor en la historia del PSG que si ganara ese título con el Real Madrid, que ya tiene catorce.

"Kyky" estuvo cerca en 2020, cayendo en la final, justamente contra el Bayern (1-0). Había llegado lesionado y no pudo dar toda la medida de su talento. Y eso lo tiene atravesado en la garganta.

Pero el año siguiente, firmó un doblete lleno de autoridad en el Allianz Arena para una victoria por 3-2 en cuartos de final, que daría el pase a semfinales, donde el equipo francés fue eliminado por el Manchester City. Mbappé sabe por tanto cómo hacer para evitar una crisis a su club.

En caso de nuevo fracaso, las críticas van a llover. Caerán sobre Christophe Galtier, en su segunda campaña de entrenador en Champions, tras una primera fallida con Lille, sobre los fichajes del consejero de fútbol Luis Campos, sobre Neymar, de nuevo baja por lesión, sobre los errores del guardameta Gianluigi Donnarumma...

Si el campeón de Francia no elimina al Bayern, se hablará tal vez del fin de la era Nasser Al-Khelaifi.

El club también tiene otro problema con las acusaciones de violación del marroquí Achraf Hakimi, que figura en la convocatoria.

Pero el PSG puede evitar esta crisis si se clasifica, después de haberse recuperado en los últimos partidos. Tras tres derrotas seguidas, la última en el duelo de ida contra el Bayern, el PSG acaba de ganar tres partidos consecutivos, con cinco goles y dos asistencias de Mbappé y tres tantos y dos pases decisivos de Lionel Messi.

El dúo que se disputó el título en la final de la Copa del Mundo, ganada por Argentina en los penales (3-3, 4 a 2), está en una forma estratosférica.

En ausencia de Neymar, lesionado en un tobillo y probable baja hasta final de temporada, el 3-5-2 de Galtier ha alcanzado un cierto equilibrio.

Solo son dos sin asignación defensiva estricta, Messi y Mbappé, mientras parece funcionar el triángulo del centro del campo, con Vitinha y Marco Verratti como referentes.

Es más bien la zaga la que no encuentra su punto, y Galtier no puede ocultar "el hecho de que damos demasiadas esperanzas a los rivales. No podremos evidentemente tener ese comportamiento el miércoles".

Sobre todo porque los delanteros del Bayern Múnich están en una forma temible. En los siete últimos partidos, Eric Maxim Choupo-Moting marcó cuatro goles y Kingsley Coman cinco, dos exjugadores del PSG que saben lo que es marcar contra su antiguo club.

Pero Galtier insiste en la defensa a tres, que había instalado desde su llegada, antes de cambiar un poco, a petición de sus jugadores, entre ellos Marquinhos.

El capitán "Marqui" se ha puesto al servicio del equipo y ha sido desplazado a la izquierda, y Sergio Ramos, en forma en este momento, ocupa el eje central, junto al fiable "soldado" Danilo Pereira.

Sea cual sea el sistema, "lo más importante es que el equipo se ha recuperado", señala Mbappé, "y está preparado para afrontar el desafío".

afp/livefutbol